Creencias y verdades

Germán Escobar
4 min readMay 11, 2020
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Uno de mis pasatiempos es sentarme con alguna persona, puede ser un amigo o conocido, y conocer sus creencias, principalmente sobre la vida y religión. Mi principal objetivo es entender por qué creen lo que creen.

He notado dos fenómenos interesantes en este estudio informal. El primero es que la mayoría piensa que sus creencias no son sólo creencias, las catalogan como “verdades”, y muchos creen tener los argumentos para demostrarlas. Algunas veces los argumentos son muy subjetivos, por ejemplo: “si Dios no existiera el amor tampoco existiría” y cosas así, pero igual las personas los consideran argumentos válidos.

El segundo fenómeno es que todos han creado una historia coherente alrededor de sus creencias y a la mayoría nunca se les escucha un “no sé” (o “no sabemos”), siempre tienen una explicación.

Esto me ha permitido entender por qué es tan difícil ponernos de acuerdo en estos temas. El problema está la diferencia entre una creencia de una verdad y es lo que voy a tratar de explicar en este post.

Si buscamos en Internet “creencias vs verdades” encontramos resultados como: una verdad es un hecho, o las creencias no se pueden probar. Pero la realidad es que nada se puede probar, así que las verdades sólo existen bajo unas suposiciones (o creencias).

¿La manzana es verde o roja?

Supongamos que dos personas están discutiendo si la manzana que tienen al frente es verde o roja. Una persona dice que es verde, la otra que es roja. Lo primero que deben asumir para ponerse de acuerdo es que están viendo la misma manzana. Asumamos que están de acuerdo en esa creencia.

Para solucionar la diferencia llaman a una tercera persona. Una creencia que deben tener en ese momento para solucionar la diferencia es que la tercera persona está viendo la misma manzana y, además, va a decir la verdad.

Puede ocurrir que la tercera persona sea un cómplice de uno de ellos y todo sea una simple broma. Otra opción es que realmente estemos dentro de una simulación y por un error del sistema están viendo la manzana de diferente color. O quizá alguno de ellos sea daltónico.

Cuando tienes una manzana en frente, tienes que creer que tus ojos están funcionando correctamente. Puedes tocarla, pero para eso debes creer que tu sentido del tacto funciona correctamente. Tienes que creer que no estás en un sueño, etc. Tienes que creer muchas cosas.

Cada personas tiene un sistema de creencias diferente, y es por eso que muchas veces no podemos ponernos de acuerdo en algo.

El sistema de creencias

Nuestro sistema de creencias funciona como un juego de Jenga, en donde cada o bloque es una creencia. Lo interesante de la analogía es que hay unos bloques que pueden hacer que todas las demás creencias se derrumben. Estos son los bloques más difíciles de cambiar. Temas como la existencia de Dios, la vida después de la muerte, el significado de la vida, etc.

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Nuestro sistema de creencias es lo que le da sentido a nuestras vidas. No es sólo algo útil, es necesario.

El problema de las creencias es que se auto-refuerzan constantemente. Cada creencia es un organismo luchando por su supervivencia. Por ejemplo, si yo creo en la diosa Matina (me acabo de inventar el nombre) y le atribuyo las cosas buenas que me pasan, convierto eso en una justificación de su existencia. Es un ciclo que se retroalimenta. Por eso las creencias son tan difíciles de cambiar.

No existen verdades absolutas

Muchos creen que la ley de la gravedad es una verdad absoluta, está libre de creencias. Sin embargo, para asumir que la gravedad es una “verdad” tenemos que estar de acuerdo en varias cosas:

  1. Esto no es una simulación ni un sueño. En esos casos doblar la gravedad sería muy fácil.
  2. Creemos que la gente que ha hecho los cálculos prácticos están diciendo la verdad. Podría ser una conspiración.
  3. Si hacemos el experimento nosotros mismos tenemos que creer en que nuestros sentidos no nos están engañando.

Así pasa con todo. Ninguna verdad está libre de creencias.

Tener una mente abierta

Ya hemos visto que nuestro sistema de creencias es fundamental para darle sentido a nuestras vidas y que no existen verdades sin creencias. Cuando estamos de acuerdo con otra persona en algún tema, cualquiera que sea, es sólo porque nuestros sistemas de creencias se sobreponen.

Lo interesante es cuando no estamos de acuerdo con otra persona. No podemos hablar de que alguien está en lo correcto y el otro está equivocado, es sólo que nuestros sistemas de creencias son diferentes.

Tener una mente abierta no es estar cambiando nuestras creencias en todo momento, o ser los rebeldes y revolucionarios. Tener una mente abierta es entender que nuestras verdades sólo son verdades locales, son verdades dentro de un sistema de creencias específico.

Por ejemplo, yo no creo en lo metafísico. Para mi todo tiene una explicación natural, y cuando algo nos parece magia es sólo porque aún no lo entendemos. Pero tengo que aceptar que hay otras opciones. Es posible que haya un ser supremo que lo controla todo y pueda doblar esas leyes sin ninguna explicación. Es posible, pero me parece poco probable.

Todo es posible

Cuando aprendemos a pensar de esta forma dejamos de asumir que nosotros tenemos “la verdad” y los demás están equivocados. Todo se vuelve posible. Sin embargo, está bien tomar una posición entendiendo que es sólo una creencia y que podemos estar equivocados.

El problema es cuando nos cerramos y creemos que nuestras creencias son las verdaderas sin abrirnos a la opción de poder estar equivocados. O cuando una religión o filosofía nos impone unas “verdades” indiscutibles.

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